¿Qué volante me compro?
La respuesta más sencilla sería decir que cada uno se compre el que quiera, pero queremos dar unas pequeñas pautas y consejos para que la compra que hacemos de forma consciente, no se convierta en una mala elección y que a los pocos meses de comprarlo apenas se le esté dando uso.
1- Lo más caro no siempre es lo adecuado
Todos tendemos a pensar que el producto más caro siempre es mejor, algo que no siempre es así. Existen infinidad de motivos para que el producto más caro lo sea por otras causas como marca, materiales, promociones… No debemos usar el precio como baremo para tasar la calidad de un producto, pero sí ver las características de cada uno de los volantes para tratar de conocer las diferencias que tienen y conocer las especificaciones que mejor encajan con lo que buscamos.
2- Conocer las ventajas, desventajas y limitaciones
Evidentemente, debemos conocer que aspectos son positivos y negativos en cada uno de los volantes antes de realizar la compra. También hay que conocer las limitaciones que tenemos, principalmente de espacio a la hora de instalar el volante. Por hacernos una idea, un Logitech Driving Force GT ocupa la mitad que un G27 y mucho menos todavía que un Thrustmaster T500.
Si somos usuarios de Playstation 3 que tenemos previsto adquirir próximamente una Playstation 4 y solo uno de los volantes es compatible actualmente con la nuevaconsola de Sony, no tiene sentido comprar el modelo del que no se sabe si valdrá o no.
3- Informarse y solucionar todas las dudas antes de la compra
Existen infinidad de páginas webs especializadas que son las que mejor te asesorarán sobre qué volante es el más adecuado. Aunque estos análisis normalmente están hechos de forma objetiva, pero no deja de ser una persona la que escribe y muchas de sus opiniones están basadas inevitablemente en opiniones personales (esto no es malo en absoluto). Seguramente en una web dirán que determinada característica es positiva y en otra no, por lo que debemos leer los análisis como una opinión más a tener en cuenta, pero no como la verdad absoluta.
4- Si es posible, probar el volante
Esto puede parecer la parte más difícil, pero sin embargo, es bastante posible que tengamos a algún amigo con dicho volante, por lo que la mejor y más certera opinión es la que pueda tener uno mismo tras pasar un rato probándolo. La ventaja de probarlo es poder ver las dimensiones del volante ya montado, y saber si hay espacio suficiente en tu zona de juego para dicho volante.
En el apartado de volantes para PS3 podemos decir que se disfruta de una amplia variedad, siendo los top ventas el T500 de Thrustmaster, Logitech G27 o Driving Force GT, en una gama que va desde alta a media-alta. Tenemos también una gama baja de Thrustmaster que es perfecta para aquellos que se están iniciando en el mundo de las carreras y que desconocen si le darán uso o no.
Ya, pero yo tengo una Xbox 360/Xbox One…
Somos conscientes que en este terreno, las consolas de Microsoft no gozan precisamente de volantes a la altura de los de Playstation 3 o Playstation 4. Afortunadamente, en los últimos tiempos han empezado a aparecer volantes como el MadCatz Wireless Force Feedback en el caso de Xbox 360 o el Ferrari 458 Spider de Xbox One.
Otra ventaja es el disponer de accesorios que te permiten conectar el volante de PS3/PC en tu Xbox 360 o Xbox One (como el XCM F1 Converter). Estos accesorios emulan al mando tradicional de la consola, por lo que puede que no todas las funciones respondan correctamente, pero al menos, no tendrás que disponer de un volante para cada plataforma con el gasto que ello supone.
Esperamos que estos pequeños consejos ayuden a tomar una mejor decisión a la hora de adquirir un volante. Son cosas muy básicas a tener en cuenta y que decantarán la balanza entre una buena y una mala compra.