Disco duro para Xbox One

Personalmente no conocía los discos duros Adata hasta que comencé a leer un poco sobre ellos y me he llevado una grata sorpresa por varios motivos.

El primero de ellos es que son discos duros SSD externos con una carcasa que por la apariencia bien podría ser de Adamantium, pensado para resistir cualquier golpe o impacto que pueda dañarlo, y el segundo que cuenta con certificación IP68, lo que se traduce en que soporta inmersiones hasta 1.5 metros de profundidad durante 30 minutos (no debería llegar a pasar eso, pero en tantos años atendiendo a gente he visto casos que vosotros no creeríais).

Lo que más me ha gustado de este disco duro es que al ser interfaz USB 3.0, es compatible con Xbox One. Muchos pensaréis que con los 500 GB o 1 TB que vienen actualmente llega de sobra, pero ya os digo que no. Yo actualmente tengo 1 TB en interno y 500 GB en externo y muchas veces el HDD me está pidiendo la hora de todo lo que tengo instalado

Las primeras cifras hablan de un rendimiento un 20% más rápido que otros discos duros conectados a la misma consola, lo que no está mal. Eso sumado a la brillante interfaz de gestión de Xbox One (y no hablo como fanboy, pero es que es así) en cuanto a la detección de los discos duros externos, lo convierte en un accesorio más que adecuado para tu consola de Microsoft.

Lo hay disponible en 256 GB o en 512 GB. Yo siempre soy de burro grande ande o no ande,  pero eso es a gusto del consumidor.

Así que ya sabéis, si queréis un disco duro para Xbox One, o para hacer copia de seguridad de todo lo que tenéis en el PC y que sea a prueba de niños, mayores, madres o cualquier persona con manos de mantequilla, los discos duros Adata son una opción más que interesante.